Soy un paciente en peso sano con hígado graso, ¿Qué tratamiento debo de seguir?

Si bien los pacientes con sobrepeso y obesidad son los pacientes más propensos y en quienes frecuentemente encontramos hígado graso, los pacientes con peso sano también pueden desarrollar HIGADO GRASO NO ALCOHOLICO (NAFLD).

Cuando acudimos a consulta por este padecimiento, la primera recomendación de tratamiento es la pérdida de peso, pero si estamos en peso ideal, ¿qué manejo y/o seguimiento le podemos recomendar a los pacientes?

Lea las siguientes recomendaciones:

1. Es importante la búsqueda de enfermedades como diabetes mellitus tipo 2, dislipidemia e hipertensión en pacientes con hígado graso en peso normal.

2. Buscar fibrosis (hígado duro) en estos pacientes a través de métodos no invasivos como el fibroscan.

3. La población en general con peso sano no debe de someterse a búsqueda intencionada de hígado graso, solamente en el caso de que sean pacientes mayores a 40 años y padezcan diabetes mellitus tipo 2.

4. Si en laboratorios de rutina se llega a detectar alteración de enzimas hepáticas o grasa por ultrasonido en el hígado, a pesar de tener un peso sano, se debe de estudiar el paciente.

5. Se recomienda no consumir alcohol a los pacientes con NAFLD y peso sano, para disminuir el daño al hígado.

6. Si se llega a encontrar NAFLD en pacientes con peso sano, se debe de descartar enfermedades secundarias como deficiencias lisosomales, hipobetalipoproteinemia familiar, uso de medicamentos que causen estetosis (como el tamoxifeno o metrotexato) o infección por VIH.

7. Se debe de recomendar cambios en el estilo de vida, como ejercicio, modificaciones en la dieta (principalmente evitar bebidas altas en fructosa) asi como una modesata pérdida de peso (3 al 5% del peso corporal total), pero principalmente cambio en la composicion corporal (menos masa grasa, más masa muscular).

El estilo de vida moderno, la dieta occidental y el sedentarismo, son factores que a pesar de contar un peso sano, podemos encontrarnos metabolicamente enfermos y tener enfermedades como el hígado graso no alcohólico.

Gastroenterology 2022;163:764–774